ENTRE BOLAS, DRAGONES Y POETAS CHINOS SUICIDAS





 ENTRE BOLAS, DRAGONES Y POETAS CHINOS SUICIDAS                                

                                      Lic. Washington Daniel Gorosito Pérez


Hace unos días acabo de publicar un artículo en mi columna de Análisis Internacional Encuentro con Washington…, titulado: “México, estamos hechos bolas con China”. El título no es más que el juicio que emitiera un experto del país sobre las relaciones chino- mexicanas.
En el lenguaje coloquial mexicano (que es riquísimo, en sabor, calidad y cantidad) estar hecho bolas, se puede traducir como estar confundidos o complicados. La situación comercial y relacional de ambos países es muy compleja.
Sumado a ello tenemos la noticia de la construcción de un enorme Dragon Mart en Cancún, similar al que existe en Dubái, con más de 3040 locales comerciales, un emprendimiento del gobierno chino en territorio mexicano como “cabeza de playa” para profundizar la invasión comercial a América Latina y que ha generado gran conmoción a nivel del empresariado nacional.
El tema China tiene días rondando en mi cabeza de periodista y catedrático universitario que es la misma del poeta y escritor y ¡oh sorpresa!, desde tierras mapuches, el amigo Daniel Rojas Pachas me envía la obra “Cuatro poetas suicidas chinos” de su Editorial Cinosargo, con prefacio, notas, selección y traducción de Wilfredo Carrizales.
Los cuatro suicidas, o poetas muertos, o suicidios poéticos o poéticos suicidios, o poetas suicidas son: Gu Cheng, Hai zi, Ge mai y Lou yi- he.
En esta semana hemos recibido en estas hermosas tierras mexicanas, el equinoccio de primavera, y con ella el renacer de la vida que nos regala la naturaleza, las caravanas de los jardines de niños que con sus disfraces alusivos a esta hermosa estación del año, flores, mariposas, pájaros cruzan la ciudad en estos días con el bullicio que provocan los pequeñines llenos de vida como la primavera, hermosa metáfora.
Primavera que en literatura significa juventud y estos cuatro poetas suicidas chinos eran jóvenes y yo le hubiese puesto al libro: “Cuatro poetas jóvenes suicidas chinos”. No voy a juzgar a nadie por tomar la decisión de suicidarse y menos a “hermanos poetas”, pero sí me llamó la atención como Ge mai se arrojó a un río con una piedra amarrada a su cuerpo, ¿cómo habrá sido el proceso? La elección de la piedra, el atarla o amarrarla, ¿habrá habido un ensayo previo en cómo hacerlo? En fin, muchas preguntas sin contestar, pero no hago la que hace todo el mundo: ¿por qué?
Porque estoy en primavera y la disfruto, empecé a buscarla en estos cuatro poetas:


                                         GU CHENG

Externo: “Las personas pueden crear como las hormigas y embellecer como los dioses” Y yo agrego que en primavera es cuando más trabajan las hormigas y cuando los dioses empiezan a desperezarse. Gu Cheng y la primavera en su poesía:
                                 Esta es la más bella estación
                                 puede olvidar soñar
                                 por doquier todo es flor
                                 se colman las montañas de oscuras sombras que flotan.
Ese poeta que combinó la venta de los deliciosos rollos primavera con la de libros en su “fiesta de primavera”. Y el amor presente:
                                  La tierra es curva
                                  ya no puedo verte
                                  yo sólo puedo ver de lejos
                                  el azul celeste de tú corazón.


                                             HAI  ZI

Presenta magistralmente en su poesía ese “renacer” al que me refería líneas arriba:
                        Desde mañana me haré un hombre feliz
                        alimentaré caballos, partiré leña, recorreré el mundo
                        desde mañana, me preocuparé por los cereales y las verduras
                        yo tengo una casa, de cara al océano, la tibieza
                        primaveral abre las flores
También en la poesía Hai zi encontré la primavera en niña:
                                              Niña.
                                  la primavera es viento
                                  el otoño es luna
                                  cuando yo la siento
                                  ella ya se ha ido a otro lugar
                                  allá los setos de bambú después de la lluvia
                                  parecen un azul riachuelo.
También en sus letras Hai zi nos envía un mensaje o un aviso que a su tiempo debió haber sido decodificado en relación a su autor.
                                         Canción del suicida
                                   Tú disparas el rifle, solitario
                                   regresas a la tierra natal
                                   tú pareces una paloma
                                   que cae en la cesta escarlata.


                                             LUO  YI- HE

La primavera está presente en su obra como metáfora del paraíso y como el “renacer”.
                                   Brillante apaciguamiento
                       La tormenta de primavera de este año
                       No es probable que nos deje escapar suavemente
                       Los diez mil seres crecen por todas partes en el
                       paraíso, en el paraíso, también está creciendo
                       espesos pinares.


                                                    GE MAI

Alteré el orden en que están los poetas en el libro tomando en cuenta el contenido de su obra para el final de este artículo.
                                          A la estrella del ocaso
La estrella del ocaso se eleva desde la tierra y los mares y los océanos.
Yo me paro en el extremo de la noche oscura.
Miro el ocaso que parece un cuerpo desnudo blanco como la nieve.
Yo soy en el espacio la única estrella que brilla.


Como final no me queda más que trascribir los últimos versos del poema: Señor de lo desconocido:

                     Más él finalmente obedece el llamado del destino:
          Yo me convierto en el más joven de entre el grupo de cadáveres.
                     Pero no puedo ser el rey del grupo de cadáveres.

Seguramente su juventud no le permite ser rey a Ge mai, pero cuando llegue el momento lo será, compartiendo el trono con otros príncipes, me refiero a:  Gu cheng, Hai zi y Lou yi- he, los cuatro poetas “jóvenes” suicidas chinos.


                             Lic. Washington Daniel Gorosito Pérez
             

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