Nota a Proyecto Apocalipsis (Cinosargo 2011) de Andrés Olave * Eduardo Cuturrufo en Puerto de Escape



Por Marisol Utreras

Si este comentario se hubiera escrito en el siglo XVI, sólo diría “y sus autores ardieron en la Santa Hoguera de la Inquisición para luego consumirse en el fuego eterno del infierno”…porque cuesta encontrar dos plumas más osadas, que sin pudor alguno se aventuran  proponer un horrible Apocalipsis atómico que nace desde las propias manos de Jesucristo (¿o será Maitreya, el falso Mesías?), esta audacia literaria nos lleva por un camino más sombrío que luminoso, ya que los ángeles salvadores sucumben al poder, y se sabe que el poder corrompe, y el poder absoluto, corrompe absolutamente, por eso estos seres -que de los ángeles de la infancia bien poco tienen- se convierten en unos verdaderos esbirros del autoritario y jerárquico  Sistema Celestial.
Mera anarquía es desatada sobre el mundo,
la oscurecida marea de sangre es desatada, y en todas partes
la ceremonia de la inocencia es ahogada; (*)
El Cristo desata la Gran Tribulación nuclear y los  humanos huyen a esconderse en las cavernas subterráneas, asustados mientras los minutos transcurren como eones.
¡La Segunda Venida! Apenas pronunciadas esas palabras
cuando una vasta imagen del Spiritus Mundi
inquietó mi vista: en algún lugar en las arenas del desierto
una forma con cuerpo de león y cabeza de hombre,
una mirada vacía y despiadada como el sol,
Y es así como el Cordero, transformado ahora en León, persigue sin dar tregua a los rebeldes, el tiempo de la misericordia ha terminado; y es en este esquizofrénico  escenario  que la figura de Koteopolus Sychov surge como el esperado Salvador de los oprimidos, luego de permanecer los siempre bíblicos cuarenta años retirado en una cueva, con el fin de adentrarse en los arcanos secretos de los libros negros o grimorios, que en lenguaje actual serían algo así como la wikipedia de los brujos.
Nuestro protagonista, emprende una épica cruzada de profundo amor fraternal para ir al rescate de su hermana Anna, la cual permanece cautiva en un  terrorífico campo de concentración, ubicado en el desierto más árido del mundo. Destino: Atacama, País: Chile.
La propuesta literaria es tan rupturista que asusta, ya que  vemos desfilar ante las páginas a un insoportable Santo Tomás de Aquino,  principal representante de la tradición escolástica, liderando las huestes celestiales que viajan en la nave-fortaleza “Jesuítica”  portadora de letales ojivas nucleares, y así coexisten diversos representantes de las más variopintas ramas del esoterismo, historia y religión, tales como  inquisidores, monjes tibetanos, brujos haitianos, neo centuriones con obsoletos nombres de Imperio Romano, y entre ellos, hombres, un puñado valeroso de hombres sabios que se asoman desde el inframundo a tratar de cambiar la luz nuclear del aterrorizante Paraíso, por la luz del libre albedrío.
El final es impactante en su lógica, simplemente no podría ser  de otra manera, aun cuando uno, como lector, se rebele y quiera luchar contra lo inevitable y torcer el curso del destino, pero en el libro prevalece el fatal maktub “lo que está escrito”, y el círculo se cierra en sí mismo, como un caracol monstruoso, cuyo futuro y pasado transcurre en un solo caparazón.
La oscuridad cae de nuevo; pero ahora sé
que veinte siglos de un pétreo sueño
fueron contrariados hasta la pesadilla, por el mecer de una cuna,
Cabe destacar que Ediciones Cinosargo de Arica, útero gestante de este libro, es el motor que impulsa y permite que la libertad de expresión exista en toda la extensión de la palabra, a costa del escozor de muchos,  haciendo carne su propia declaración de principios: “Como espacio abierto y rizomático, buscamos privilegiar miradas alternas, ácidas y fuertes críticas, no sólo con respecto al medio y las circunstancias que envuelven al autor, sino en un plano general, vinculando a todos los partícipes del rol creador: Instituciones culturales, investigadores y el público, de manera que esa pasividad que termina por convertirse en letargo e inercia, no impida la maduración de nuevas formas estéticas de cuestionamiento y diálogo“. Me siento en la obligación moral de hacer esta mención, porque los autores necesariamente deben transitar por los caminos editoriales, y si bien esta “factoría” se caracteriza por un conservadurismo histórico, también existen los pequeños oasis de plena libertad cuyo norte no es figurar entre los top ten de los libros más vendidos (no necesariamente los más leídos) ya que gracias a gestores como Cinosargo, Simplemente Editores y Puerto de Escape, los amantes del género fantástico podemos encontrar libros tan rompedores de esquemas como “Proyecto Apocalipsis”, donde te puedes oponer o aceptar, enojar o reír, pero en ningún caso quedar indiferente, ya que la impavidez del mundo abre la puerta a nuestro propio Apocalipsis, cuya segunda venida no merece ninguna clase de piedad, siendo inevitable no citar los versos finales de Yeats:
¿ y qué tosca bestia, cuya hora llega al final,
cabizbaja camina hacia Belén para nacer?


* Los fragmentos escogidos corresponden al poema  ”La Segunda Venida” de W.B. Yeats (1865 – 1939)
 
 

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