Lo más reciente de Cinosargo Ediciones: Reedición de En una nave comandada por Enrique unos pocos hombres abandonamos la tierra de Germán Arens
Lo más reciente de Cinosargo Ediciones: Reedición de En una nave comandada por Enrique unos pocos hombres abandonamos la tierra de Germán Arens.
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En una nave comandada por Enrique unos pocos hombres abandonamos la Tierra, de Germán Arens
Por Jaime Pinos
Supongamos que el mundo, de una vez por todas, sí se acaba. Que, por ejemplo, se desata el infierno nuclear. Que se corta el hilo delgadísimo que ha parecido sostenerlo en estos largos años de guerra permanente, de violencia generalizada, de depredación.
La única alternativa sería abandonar la tierra. Abandonarla en una nave espacial. Huir al espacio exterior para salvar la vida una vez consumada la última guerra, la guerra final. En una nave comandada por Enrique unos pocos hombres abandonamos la tierra, se titula este libro de Germán Arens (Bahía Blanca, 1967) Y eso es justamente lo que pasa en este libro. Unos pocos hombres abordan una nave y despegan desde un pueblo del sur de Argentina para abandonar este mundo. Mientras se alejan, uno de ellos escribe un libro de poemas. O mejor, escribe un guión. Imagina una película cuyas imágenes parecen seguir la sintaxis quebrada de la memoria o de los sueños.
Qué sabés de tu propia literatura, le preguntaron a Germán Arens en una entrevista. Respondió: Que me gustan los pueblos chicos, las estaciones de servicio, las rutas, el monte, los ríos, mi familia, mis amigos, los distintos, el cine, los guiones de historietas, la poesía, los relatos cortos. Este libro, estas memorias de mis últimos días en la tierra, está construido sobre la misma diversidad de materiales y registros con que Arens define su literatura. Historia argentina. Vidas, personajes con nombre y apellido que habitan un pueblo de provincia. La lucha contra la contaminación de la industria petroquímica. La geopolítica de la guerra planetaria, la disputa por el oro negro. Robots, poetas fantasmas. Proyectos científicos abortados por la burocracia. Profecías, avisos de radio.
Un relato polifónico cuya alegoría opera por montaje. Como en el cine o la historieta. Todo, absolutamente todo, es material para la poesía, escribió Williams Carlos Williams. Todo es poesía/menos la poesía, escribió Nicanor Parra. La poesía de Arens es, en los mismos términos, una poesía de frontera. Una poesía que tantea y traspone los límites de lo que, convencionalmente, se entiende o se acepta por poesía. Una poesía constructiva antes que lírica. Narrativa, en el sentido en que los libros de Maquieira pueden ser leídos como películas o historietas.Narrativa, en el sentido en que El paseo Ahumada o La aparición de la virgen de Enrique Lihn pueden ser leídos como películas o historietas.
Este libro podría ser leído también como una fábula que es protagonizada por humanos y extraterrestres. Una fábula sin moraleja que habla del fracaso y de la soledad de nuestro mundo. Un mundo del que es imposiblefugarse porque, como se recuerda hacia el final del texto,el asesino siempre regresa al lugar del crimen.
Leo en el diario el siguiente titular: Más de 25 mil firmas piden a Obama que construya una Estrella de la Muerte. La solicitud subida al sitio de la Casa Blanca logró el apoyo popular. Ahora se espera respuesta oficial del gobierno.La petición está fundada, transcribo, en enfocar los recursos de defensa en una plataforma de superioridad espacial que cuente con un sistema de armas, y que estimule la creación de empleos en los sectores de la construcción, la ingeniería y la exploración espacial, además de fortalecer nuestra defensa nacional.
Vivimos en el mundo del fin del mundo. La vida transcurre en la inminencia de la catástrofe, del apocalipsis siempre próximo. Vivimos en la época de los últimos hombres, de las últimas cosas. En los tiempos de la construcción de la Estrella de la Muerte. Mientras se construye, tal vez todavía sea tiempo debuscar un contacto. Tal vez aún sea posible abordar la nave. Salir, salvarse del mundo del fin del mundo. Este libro de Germán Arens, su poesía, nos pone en esa urgencia. La de vivir como testigos de estos últimos días, estos últimos atardeceres en la tierra.
Valparaíso. Diciembre de 2012
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