Poemas de Gu Cheng (Cuatro Poetas Suicidas Chinos - Cinosargo 2013 - Trad. de Wilfredo Carrizales)
GU CHENG
I
Gu Cheng (1956-1993) fue un famoso poeta, ensayista, novelista y dibujante chino. Llegó a ser un prominente miembro de los “poetas oscuros”, un grupo de poetas chinos surgido después de las reformas de 1979. Él, junto con Hai Zi y Ge Mai, forman el trío de poetas suicidas de fines del siglo XX.
Gu Cheng tuvo una vida privilegiada al ser hijo de un destacado miembro del partido comunista. Su padre, Gu Gong, era un poeta del ejército chino. A la edad de doce años, Gu Cheng y su familia fueron enviados a una zona rural de la oriental provincia de Shandong, por causa de la “revolución cultural”, para que se “reeducaran”. En esa región se dedicaron a criar cerdos. Allí, donde permaneció durante cuatro años, Gu Cheng proclamó que había aprendido poesía directamente de la naturaleza.
A finales de los años setenta del siglo pasado, Gu Cheng figuró como integrante de la revista semiclandestina “Today”, la cual comenzó un movimiento en la poesía conocido como “menglong” que significa “oscuro, nebuloso, confuso” y también “luz débil de la luna”. En poco tiempo, Gu Cheng se convirtió en una celebridad internacional y viajó por el mundo acompañado por su esposa Xie Ye. Luego los dos se asentaron en Auckland, Nueva Zelanda, donde Gu Cheng enseñó idioma chino en la universidad.
En octubre de 1993 Gu Cheng atacó a su esposa con un hacha y después él se ahorcó. Ella falleció cuatro horas más tarde en un hospital. Él tenía treinta y siete años; ella, treinta y cinco. Todavía existe mucho debate acerca de lo que sucedió realmente aquel día.
Gu Cheng frecuentemente llevaba como gorra un pedazo de tela recortada de una pierna de pantalón jean. Con esa “gorra” aparece en la portada de uno de sus libros. A la edad de tres años él inventó su propio lenguaje, pero nadie le entendía. Él mismo expresó: “La oscura noche me dio estos ojos oscuros, pero yo los usaré para buscar la luz”.
II
Gu Cheng se transformó en uno de los más celebrados poetas contemporáneos de China. Algunos críticos ven en su suicidio un desesperado acto de un romántico e “ingenuo” genio, quien había sido maltratado y abandonado por las mujeres que lo amaron; otros críticos consideran su desenlace fatal como un suceso de un inmaduro, auto obsesionado impostor que se había aprovechado de aquellos que lo rodearon. Gu Cheng siempre fue una figura excéntrica en la escena de la literatura contemporánea de China. Con su muerte parecía haber tomado ambos aspectos cuestionados: un niño inteligente y con idiosincrasia o un monstruo.
La vida de Gu Cheng refleja también los cambios dramáticos operados en China después de 1979 y esos cambios, en lo personal y en lo político, contribuyeron al alcance, riqueza y variación de su obra.
La carrera de Gu Cheng comienza con el barrido de las cenizas de la “revolución cultural” y el despertar del lirismo en China durante la década de los años ochenta. Los primeros años de su vida en su natal Peking están signados por la comodidad y el confort. Estuvo rodeado por atentos padres y familiares: su padre como crítico, su hermana como tutora y escriba y su madre como antologista. Parecía que su proyecto literario iría tan bien como su niñez.
Aquel mundo sufrió perturbación prematuramente. Su familia fue lanzada al campo cuando Gu Cheng apenas contaba con doce años de edad. La educación formal de Gu Cheng finalizó en el duro trabajo rural. De aquí se podría deducir que la visión primordial de Gu Cheng surgió marcada por una inocencia natural, la cual lo acompañaría a lo largo de toda su vida.
Gu Cheng descubriría en aquella “naturaleza desinteresada” uno de sus más comunes tópicos en la maduración de su sensibilidad estética. Él afirmó que aprendió poesía del mundo espontáneo, directa e inmediatamente de la lluvia, las yerbas y los cangrejos. Más tarde todo este caudal sensorial entraría en sus sueños y visiones que engrosarían su ingenio literario. Su desencanto con el mundo de cada día le proporcionó el acicate para aprender a escribir poemas después de las lecturas de otras poéticas. Su padre y la poesía clásica china serían las dos influencias más tempranas que Gu Cheng absorbería.
En 1974 Gu Cheng y su familia se trasladan de nuevo a Peking y ya él había aprendido a vivir en un mundo alterado. Se convirtió en un trabajador urbano y en un intelectual en cierne, en carpintero, pintor, ilustrador y editor.
En 1978 se unió a un grupo de viejos escritores asociados alrededor de la revista “Today”. Luego pasaría a identificarse con la nueva poesía “menglong”. Esta poesía ofrecía una visión literaria introspectiva, simbólica y equívoca y les daba a los lectores, sometidos por décadas de poesía didáctica y política, la posibilidad de sorprenderse con un mundo nuevo y fascinante.
La década de los años ochenta fue el periodo más prolífico de Gu Cheng. Las promesas de libertad, comodidad y estabilidad parecían tener la pretensión de sepultar décadas de agitación política, debacle económica, frustración y hambrunas. Gu Cheng creaba frenéticamente poema tras poema y los enviaba por todo el país a las recién establecidas revistas literarias. Pronto él sería reconocido como un importante poeta emergente, celebrado por sus seguidores y censurado por los medios oficiales, al mismo tiempo.
En 1987 Gu Cheng y su esposa Xie Ye se trasladaron a Nueva Zelanda, donde él comenzó a enseñar idioma chino en la Universidad de Auckland. Gu Cheng entró en un nuevo tipo de aislamiento, viviendo en una sociedad internacional con la cual no podía comunicarse fácilmente o entenderla. Nunca aprendió otro idioma aparte del chino, a pesar de lo cual tuvo largas estadías en Europa y Nueva Zelanda.
En 1988 la pareja compró una pequeña y destartalada casa en una isla del Golfo de Hauraki en la costa de Auckland. Allí comenzaron a llevar una existencia de pobres, al estilo de Thoreau, con su hijo recién nacido: una especie de autoimpuesto “reenvío al campo”. La casa, la cual está descrita de manera abierta en su novela “Ying Er”, llegó a ser una prematura obsesión para Gu Cheng. En uno de sus últimos poemas, sobre un brillante día, él escribió: “Escuchen / esta casa es nuestra luz solar”. Su amiga y el objeto de su apasionamiento, Li Ying, se les unió en la isla en 1990. Entonces comenzó el ménage a trois que ronda su novela y muchos de sus postreros poemas. En los poemas, el asunto llega a nosotros a través de un lírico filtro que oculta la contingencia de los versos:
El Sonido de una Ventana que se Abre
el sonido de una ventana que se abre
tú lo escuchas
en la distancia está el mar
el liso bote
descansa sobre la duna
en la distancia está el mar muy azul
tú escuchas
el sonido más pequeño es el mar
el bote está sobre la duna
en la distancia está un pedazo plano muy azul
Lo verdaderamente significativo en los poemas tardíos de Gu Cheng es su profunda complejidad, la cual contrasta claramente con la simplicidad de la vida que llevaba en la isla. Es como si la isla se hubiera convertido en la barrera natural para defenderse contra las complicaciones emocionales del mundo de los adultos.
Su vida en la isla y los poemas creados en aquellos años parecen haber estado relacionados con dos eventos primordiales: el aplastamiento del movimiento estudiantil en la Plaza Tian An Men de Peking el 4 de junio de 1989 y su retorno a Alemania en 1992-1993. La represión en Peking destruyó sus esperanzas puestas en la década de los ochenta y los sueños de Gu Cheng al respecto rondaron por completo alrededor de los siguientes años. Al mismo tiempo, los meses en Berlín rompieron las amarras con la casa y el hogar. Li Ying se había quedado en la isla, pero permaneció con otro hombre antes del retorno de Gu Cheng. Estas complicaciones, tensiones, y aún la angustia mental, dan la impresión de haber ayudado a producir lo mejor de su poesía. Gu Cheng añoraba a Peking, mas sabía que allí él no tenía nada qué hacer. Añoraba los ladrillos bajo la brillante luz solar, los caminos cenicientos a lo largo de las laderas y los viejos árboles de azufaifas.
No resulta difícil imaginarse al poeta consumido por la angustia durante aquellos años finales de su vida. En sus cartas y poemas últimos encontramos retazos de la vieja y apacible inocencia.
A través de las décadas de escritura, Gu Cheng exploró las limitaciones del lenguaje para representar las emociones que parecían haberse posesionado de él. En general, su obra encaja en un vocabulario simple y en un modo de presentación nada complejo. Por supuesto que existen importantes excepciones, sobre todo en algunos poemas en prosa, donde el lenguaje mundano y su simbolización alcanzan un plano que toca lo síquico afectivo.
Gu Cheng experimentó con el lenguaje en sus poemas iniciales y se sirvió de metáforas, imágenes y un léxico relativamente cercano a los lugares comunes. En sus poemas más largos y tardíos las metáforas frecuentemente son extendidas tanto hacia la aglutinación como hacia una sorprendente elaboración.
La mayor parte de los poemas, dibujos y grabaciones de sus ejecuciones musicales al piano están esparcidos en colecciones limitadas. Se calcula que llegó a escribir más de dos mil poemas. En los años previos a su partida al extranjero (abandonó China en mayo de 1987) Gu Cheng tenía la costumbre de conservar sus poemas y transcribirlos en cuadernos. Esta costumbre, después de los años 1984 y 1985 se fue debilitando. Luego de su salida de China se truncó. Al principio escribía sin orden ni concierto. Posteriormente la escritura se convirtió en un fenómeno natural que reflejaba una norma. Él decía que escribía porque era su forma de respirar. Muchos de sus amigos han ayudado en la edición de sus obras escogidas.
Una de los críticos de Gu Cheng se refiere a él en estos términos: “Su obra es clara y limpia. Él parecía que nunca había crecido, pero poseía una alta y exuberante inteligencia. De veras fue un espíritu extraordinario”.
Gu Cheng en una oportunidad afirmó: “Las personas pueden crear como las hormigas y embellecer como los dioses”.
POEMAS ESCOGIDOS
Encuentro Fortuito
la fruta pasada de rojo cayó en la tierra
las flores se abren al lado
este es el que amó a la fruta
Yo vengo de un país lejano, en el mar hay pesadas cimas, hay una gran ciudad. Yo nací allí, las paredes son rojas, el color de adentro de las casas reverdece. También hay bulliciosas calles céntricas, silenciosos callejones.
Yo crecí allí hasta los 9 años, estudié los caracteres chinos, a los 12 años escribí poemas, a los 17 años aprendí cómo transformar la madera en sillas. Yo tuve allí un pedazo de sándalo rojo, a los cinceles los convertí en cepillos, los empujé hasta la noche, barrí las virutas, se las di a los vecinos.
Esta ciudad sólo tiene primavera e invierno, verano acaso hay, pero con seguridad dormía, despertaba, el agua dentro de la jofaina ya se había congelado, los peces se comieron a todos los pequeños insectos que cayeron dentro, los peces parecían paredes, también eran rojos.
Yo a los 9 años, a los 12, a los 17 desperté, el otro tiempo es difícil decirlo. Porque yo muy temprano aprendí una magia, esto es, seguir al sol que declina, con los ojos cerrados, siempre podía caerme, me caí a los 11 años – a los 8 – a los 3 – de 1 año y medio – dentro del líquido para bañarse, allí dentro podía encontrar unas pelotas, además comía la mitad de un caramelo. Hubo una vez que me caí por mucho tiempo, me convertí en un tigre.
Cerrar por largo tiempo los ojos es un tipo de técnica, yo no pienso decírselo a otra persona, porque si no la ejecutas bien tú no puedes regresar a tu patio original, especialmente después que has llegado a ser pájaro y tigre, muy posiblemente tú te sientes en el tejado o encima de la chimenea, de esta manera si no hay por casualidad escalera es muy peligroso. Además después de transformarse en tigre, las personas quedan muy flacas, piensan comer carne de venado un año y entonces pueden comprarla una vez.
(Incompleto)
1991; en la isla
“Necesito una respuesta”
-el 6 de diciembre Gu Cheng dio un recital
y habló en Los Ángeles, California, USA.
Yo tengo mucho sueño, cuando estoy somnoliento me interno en los sueños. / Vine desde New York, perdí no pocos poemas, por eso esta vez sólo puedo leer los que todavía no se han perdido. / Al ingresar a este salón, yo vi muchas cosas perdidas por los muertos, los vivos las encontraron. / Las personas siempre temen olvidar los asuntos, pero aún olvidan los asuntos más importantes. / Yo estoy sentado aquí, me espero a mí mismo, veo a mi amigo que avanza desde el frente. / La lámpara de aquí es redonda, me permite recordar cuando yo era pequeño que me gustaba un huevo de pájaro. / Yo quiero mucho vivir en el centro de un huevo de pájaro, / pero el mundo me dice que yo nací en un nido, / también me dice que yo nací en el fondo plano de una olla, yo deseo creer esta expresión: / pero en los sueños, siempre hay una voz que dice que no es así, / yo tengo un origen, pero lo olvidé. Yo escribo poemas porque recuerdo. /
Hay un amigo que creció en los Estados Unidos, en estos días nos encontramos a diario, / hace un momento él me preguntó, por qué debo traer esta gorra. Yo sé que él necesita una respuesta, / yo dije, esto es una antena, puede recibir sonidos de la felicidad. / Él escuchó y manifestó satisfacción, / porque la gorra tiene un uso. / Yo también me sentí satisfecho, / como si encima de mis ojos aún hubiera ojos. / En Nueva Zelanda están de sobra, porque allí hay mucha tranquilidad, / no es necesario que traiga gorra también puedo escuchar el canto de los pájaros, / veo estrellas más allá de las estrellas. / El primer poema que a continuación recitaré, / justamente lo escribí allá, / aún no ha sido impreso en caracteres de plomo, / él esta noche sólo es sonido ______
esta es la más bella estación
puede olvidar soñar
por doquier todo es flor
se colman las montañas de oscuras sombras que
flotan
estas son las más bellas sombras oscuras
pueden agitar la luz solar
suavemente bajan la montaña
las copas de licor tintinean
estas son las más bellas copas de licor
pueden emitir cantos
colocarlos en flores fragantes y recogerlos
en las cuatro direcciones todo es sol
este es el más bello sol
imprime flores sobre el suelo
quién desea recoger las sombras
quién desea recoger los rayos brillantes
(Incompleto)
Causa de las Estrellas y la Luna
la rama del árbol desea ir a desgarrar al cielo,
sólo pincha varios pequeños agujeros,
ella penetra la brillantez del exterior del cielo,
los hombres la llaman luna y estrellas
invierno de 1968
Una Generación
la negra noche me da negros ojos
yo los uso para buscar luz
abril de 1979
Hombre de Nieve
en tu puerta de enfrente
yo amontono un hombre de nieve
representa al torpe de mí
te espera largo tiempo
tú tomas una barra de caramelo
un dulce corazón
lo entierras dentro de la nieve
dices que así podrá estar alegre
el hombre de nieve no ríe
invariablemente no emite sonido
llega el sol ardiente de primavera
lo disuelve limpiamente
¿dónde está el hombre?
¿dónde está el corazón?
en la orilla de un pequeño estanque de lágrimas
sólo hay abejas
febrero de 1980
Caballón
¿el camino es así estrecho?
sólo es un caballón.
alfalfa callada y llevada en brazos,
se prohíbe unir los hombros y avanzar.
si tú andas conmigo,
entonces puedes sumar las huellas de mis pies;
si yo te sigo a ti,
sólo puedo ver la sombra de tu espalda.
junio de 1980
Arco
el pájaro en medio del vendaval
veloz cambia de dirección
los jóvenes van a recoger
un centavo
los sarmientos a causa de la ilusión
tocan la seda que se extiende
las olas del mar a causa del retroceso
la espalda elevan
agosto de 1980
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