---¡¡¡SHI-SHI-SHI-LE-LE-LE VIVA SHILE!!!
Y así se realizó el primer encuentro binacional de poesía Perú-Chile en Tacna y Arica.
Tacna extraña les frunció el ceño a todos. Sin embargo fue buena la alegría, fue fácil abrir la boca y abrazar a los que serían nuestros hermanitos luego, a unas horas. Daniel, Milvia, Edgar, Rodrigo y, por supuesto, Blue. La frontera gigante, musical, emotiva. Luego, unos minutos y ya estábamos en el país de la estrella solitaria (¿cómo se siente una estrella tan sola?). Arica, ciudad de arena (literalmente), edificios de veinte andares, de McDonald’s y donde es imposible suicidarte si quieres ser atropellado por un auto. Todos detienen los carros a decenas de metros para que uno pase tranquilo. Hay mudez, extraña mudez en el aire, pareciera que los buses tienen siempre un solo pasajero.
Y así se alegra el corazón porque los viajes, aunque andando se te quiebre la espalda por el peso, ayudan a entender que todos somos, entiéndase lo que sigue extensamente, al final, lo mismo. Tacna y Arica están sólo separadas por grandes edificios aduaneros, por algunos colores y por los no-lugares que se construyen o destruyen según la perspectiva.
Ya, mucha huevada. María Miranda, Kreit Vargas, Evelyn Anco, Cristian Astigueta, Juan Zamudio, Oscar Saldívar y yo estamos agradecidísimos hasta las entrañas por esta arena que nos trajimos en los oídos. Muchas gracias a Cinosargo (Daniel Rojas Pachas, te amamos!!!), a Milvia, a Edgar, a Rodrigo y a Eduardo por la indignación (jejeje), el esfuerzo, la seriedad, la inteligencia, el talento, la entrega, el desespero, la pasión, la amabilidad, la disposición, la ternura, el interés, la sonrisa sincera, la insistencia, el orden, la belleza, la buena onda, el trabajo, la cruda sinceridad, el mar, el vodka, el vino, la cerveza, la comida especial en el comedor de la UTA, la hermosa biblioteca, los caminos, la playa, los flaites, los pokemones, los fletos, los pokefletos, los pokeflaites, los Rolys, los ceros de más (Dios! Fue tan difícil volver a pensar en Soles cuando llegamos nuevamente a Perú), la venta de los libros, el espacio, las fiestas patrias en el mar a medianoche junto a los espíritus-perros, las frazadas y el amor.
Vengan a Arequipa, perros quliaos, o a Cusco. Morimos por abrazarlos de nuevo, fuerte, harto, hondo, bacán, no-penca, chéverepajitapulenta. (Y qué te importa a vó, cómo sea yo, a ver?... cállate pe, huebbbón) Vengan a Perú para que nos sigan sorprendiendo. Gracias, sinceras, gracias (en millones y millones de pesos chilenos!).
p.d.: Ya saben, publiquen pe en Dragostea. Cómics, poesía, cuento, ensayo, novela, porno. ¡Lo que sea, pero publiquen!
0 comentarios