Acerca de Juegos Cruzados (Cinosargo 2016) Perversiones Literarias, Chile - Argentina - Perú

Sinopsis:

Andrea Marinelli, Cristian Solano, Connie Tapia Monroy, Gabriela Aguilera, Giselle Aronson, Juan Manuel Montes, Leonardo Dolengiewich y Pablo Espinoza Bardi logran una paradoja inherente, establecen un lazo perverso con el lector. Producen textos parafílicos con un excedente inimaginable, ese trueque real y simbólico activa un entendimiento que se agita por la vida y trastoca todo orden y jerarquía.

Todo este recorrido nos lleva a sostener que el Carrusel Literario Juegos Cruzados no es sólo una antología más, sino que supera a otras con la misma temática, impone su sello sobre el papel con un golpe y deja huella en la minificción hispanoamericana.

Alberto Benza González.

70 páginas, Coedición de Cinosargo Ediciones y Cathartes 2015, tapa blanda, ISBN: 9789569382383.



Siempre he admirado a los escritores que pueden inventar historias con casi cualquier objeto o situación que les provoque inspiración. Algunas personas están en medio de una conversación casual y se les ocurren grandes ideas para retratar en un cuento o novela, pero, existe un desafío aun mayor y es el de crear un historia completa y compleja en un microrrelato.

Para muchos quizás sea conocido el concurso “Santiago en 100 palabras”. Seguramente todos quisimos participar en alguna ocasión pero cuando nos sentamos a pensar una idea ¡fracasamos! y es que contar pequeñas historias no es nada fácil como parece.

Fue así que cuando asistí al lanzamiento en diciembre pasado del libro Juegos cruzados, Perversiones literarias Chile – Argentina – Perú, lo primero que capturó mi atención fue su composición de 40 microrrelatos creados por escritores de los tres países mencionados. Después de haber leído mucha literatura nacional, la idea de leer textos de distintas partes de Latinoamérica me seducía bastante.

Inmediatamente después de esa primera impresión multicultural, reparé en la palabra “Perversiones” en el título, a la vez que analicé la portada que muestra a una mujer semidesnuda atada a un carrusel con una máscara de perro, entonces pensé (honestamente) “¿Que qué?” “¿microrrelatos de qué?”

Y es que caí redondita en atmósfera que Juegos cruzados propone. Al reparar nada más en la portada del libro, por nuestra mente pasarán millones de ideas que al lector más inocente le harían salir corriendo, y además, nos hacen cuestionarnos si se puede efectivamente contar historias “sucias” en el formato de la microficción.

Obvio que sí, asusta, quizás que vamos a encontrar en su interior…

Nunca hay que tenerle miedo a un libro (salvo que sea de magia negra) y esta no es la excepción. Los 40 microrrelatos presentes en este libro nos muestran de forma cruda una faceta más extrema de nuestros propios temores y anhelos ocultos. Ese es el punto, mirar nuestras pesadillas de cerca y asustarnos con ellas, hacernos sudar, reír nerviosos, escandalizarnos, enloquecernos o reír de buena gana porque nos parece gracioso lo “enfermos” que están los breves personajes de sus historias, pero en estas páginas no vamos a encontrar nada que vaya a hacernos correr a mojar con agua bendita nuestros ojos. Si la comparación es posible, las sensaciones que sentiremos con esta lectura es similar a la que experimentamos con una buena película de terror o con series estilo American horror story, aunque la diferencia radical es que son terrores y perversiones hechas por compatriotas y vecinos nuestros.

Todos los relatos de Juegos cruzados apuestan por la descripción de una fuerte imagen que genera un gran impacto en el lector y una multitud de preguntas en nuestra mente que intentan rellenar la historia hacia atrás, es decir, luego del shock nos detenemos a pensar cómo es posible que se gestera dicha imagen, así sin darnos cuenta nos habremos subido al carrusel de la perversión y participaremos indirectamente del juego.

Ahora tengo curiosidad ¿Quiénes son los autores?

Una de las cosas más geniales de esta antología de microrrelatos es que los textos a veces van a acompañados de una ilustración (todas asombrosas, realizadas por All Gore, Alex Olivares y Pamela González) pero nunca del nombre del autor bajo el título. Para saber quién escribió dicho texto hay que dirigirse hasta el final del libro y consultar el índice, recién ahí sabremos si el autor es nacional o no. Este carrusel literario es un colectivo de imágenes que no busca diferenciar, sino que todo lo contrario, unir, pues la perversión es inherente al hombre y no sabe de fronteras, por lo que no extenderé aquí la lista de autores tal como es el deseo de Juegos cruzados, pero si destacaré la participación de Pablo Espinoza Bardi, conocido por su libro Necrospectiva. Si leíste dicho libro y fue de tu agrado, no deberías dejar pasar esta obra.

Deseo, horror, objetos, fetiches, locura y mucho más se pueden encontrar en estas páginas. Ideales para el lector que busca nuevos horizontes y que no le teme a lo nuevo. Una obra que despierta todos nuestros sentidos y que puedes encontrar en la librería LIVIN.






You May Also Like

0 comentarios