LE DAN HUESO DE ANDREA LOPEZ KOSAK: ONIRICO JUEGO


por Eduardo Farías A.


La voz poética de Andrea López Kosak (Bahía Blanca, 1976) en LE DAN HUESO  se ve inmersa en una vorágine de imágenes y símbolos a los que enfrenta con una pasividad de quien, soñando, se entrega a escenarios como  el desierto un bosque sin lobo, una carretera un toilette, lo interesante es como su espíritu va describiendo este periplo desde sensaciones térmicas  hasta un sentido del humor lindando lo absurdo.
Lo onírico es una fuente infinita de poemas y versos y esta quizás  una de las más legitimas formas para describirlo, una manifestación pura un brotar de palabras que intentan apresar lo complejo e inasible de las imágenes, López va tras este objetivo, hay imágenes tácitas de las cuales no es necesario que se materialicen:

En el bosque
mientras tanto
juguemos
a qué
jugamos
en el bosque
todavía

juguemos en el bosque
aquel
a que todavía jugamos a que no
está listo

en el bosque mientras está
el que todavía
no
qué bosque, a qué
jugamos

Pero donde este viaje entre el sueño y la materialidad que le puede dar la poesía está en una expresión técnicamente depurada es en RUTA 14 donde el yo-lírico se declara sin lugar a dudas como la protagonista de este sueño, hay un infructuoso intento de resistencia ante una trama que carece de lógica y reduce al mundo en tres o cuatro versos , donde se le describe como peligroso, mas lo interesante del texto va en las diversas alusiones y  símbolos utilizados, el juego  alcanza en la pulcritud del verso en una cadencia que se asimila a un delirio de formas las imágenes cotidianas se tergiversan en un universo en que el la protagonista aún tiene un conflicto que solucionar y donde  su integridad personal se diluye a instantes. Sin embargo hay una calma que se transmite al lector que entra en la comunión del sueño, como espectador de un film a ratos paradójico, violento o inestable,  inevitablemente se espera la próxima imagen y lo más seguro será como en todas nuestras sesiones oníricas, despertemos en el momento más inesperados.

El taxista lo recuerda bien.
Soñaba con el sol triturándome el pellejo, animales con
[cabeza de animal.
Nos rodean.
Miro desde el colectivo.
El pez necesitaba vivir en el muelle y el tipo en el agua.
¿Alguno se atrevió?
No. Porque es un chiste.
Nos inmola la ciudad. Nos anima la ciudad.

La edición de este libro es atractiva por la dimensión en que está diseñada, catorce por catorce centímetros  y el número de páginas.


LE DAN HUESO,Andrea López Kosak. 30 páginas , Editorial Cinosargo, Arica

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