LA MALDICION DE LOS WHATELEY´S DE ESPINOZA BARDI: EL TERROR PANDIMENSIONAL REVISITADO por EDUARDO J. FARIAS ALDERETE
Corrían los últimos años de la década de los 80, cuando entre los artistas y cultores de determinados movimientos en Antofagasta citaban a un autor que a nadie dejaba indiferente luego de su lectura, se encontraba en una galería específica en una librería determinada ( nada tan lúgubre como se podría pensar) en ediciones hispanas de buena calidad , portadas y un español de traducción bastante aceptable, esa era una de las vías para acceder a H.P. La otra vía, la más común y a la vez que el acto se revestía de misterio y un leve halo de iniciación, era la entrega por mano. Metaleros, dibujantes Comiqueros, poetas, diletantes y otros con aire de ocultistas extendían la obra de Lovecraft casi como un apostolado.
De eso, la bruma del tiempo se encargó de que desaparecieran de las memorias, y se volviera comercial la obra a través de ediciones piratas. La primera impresión que da al lector incauto, es una mezcla del terror de Casa Hammer con algo más profundo, atávico, incomprendido y abismante,” El color del Espacio” uno de los mejores cuentos que he leído en terror, el libro de selección de cuentos “La Habitación cerrada”, el popular “Horror de Dunwich” o la vertiginosa y atmosférica “En las Montañas de la Locura” marcaron a fuego la memoria de aquellos que buscaban algo más allá de la lectura inicial. Para que hablar del Necronomicón…
Esta introducción fue necesaria ya que la tercera entrega de Pablo Espinoza Bardi nos vuelve a impregnar de esa cosmovisión aberrante, de terror afilado y omnipresente, como si página tras página nos hiciera recorrer esos pasadizos polvorientos de la infancia y adolescencia de nuestros sueños o esa paranoia propia de la humanidad de que algo existe detrás de toda realidad… algo siniestro.
Una Pandimensión del terror encontramos a lo largo de las páginas de “Los últimos Dioses” y “Marcha Fúnebre hacia el valle Sagrado” “El Llamado De Muu Zebbuth, “El Alquimista” entre tiempos inmemoriales, era medieval y exoplanetas la trama nos inquieta desde nuestras raíces de la lógica y racionalidad.
Lo que comienza con Mr. Graveyard y llevándonos de la mano con un estilo refrescante sin olvidar el leitmotiv de lo Lovecraftiano desemboca el sólido relato ”La Maldición de los Watheleys” que le da el titulo a este libro, impresiona el lazo que el narrador crea inmediatamente con el lector, la familiaridad con que fluye cuadro tras cuadro, la fantasmagoría como recurso tiene su punto exacto, el ritmo narrativo sostenido logra su meta al crear en la imaginación esos pasajes horrendos a los que alguna vez presenciamos en los maestros del terror, los personajes nos embargan el espíritu, el ambiente se torna envolvente y perturbador, presenciamos una etapa de maduración en la narrativa de Espinoza Bardi , en esta especie de homenaje, algo que nos asegura que su imaginería se va puliendo y avanzando en uno de los géneros en que alcanzar esos niveles no es tarea fácil de lograr.
Asombrosa e imperdible obra en el norte de Chile en que la narrativa pareciese ir a la deriva y los exponentes del terror fueran inexistentes, ni lo uno ni lo otro sino que hay que investigar para hallar libros como este, simple, consistente, preciso.
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