Entrevista al poeta Juan José Podestá (Novela Negra - Cinosargo 2010)
Entrevista al poeta Juan José Podestá
Por Ernesto González Barnert
Podestá (Tocopilla, 1979), viene de reeditar Novela Negra (Cinosargo Ediciones, 2010). Un poemario desopilante, cotilla, duro. Una joyita híbrida y guasona, cruzada por alta y baja literatura, periodismo barato, historia amarilla, diario de vida. Una escritura aupada, a contrapelo, en áspera e incisiva poesía. Llevada con decisión por Juan José que, como Karl Kraus, sabe que no se trata el arte de coger aceite y huevos, sino de tener sartén y fuego. Y que escribe con la claridad de quien va de la cama al living, sabe que en Chile aparentar tiene más letras que ser y que la poesía no tiene que ser aburrida. En fin, un libro que amerita que los tiras lleguen a reventar su puerta no antes de que lo encañone con las preguntas de siempre.
-¿A qué distancia del paraíso te encuentras?
- A la suficiente para no ir por la vida con puras buenas intenciones.
-¿Qué cosas empujaron o marcaron tu decisión de ser poeta?
- Mi pasión por la lectura, y posteriormente querer emular a mis maestros literarios de la adolescencia. Obviamente no lo he logrado ni lo lograré. Además, el ver a mi mamá y mi papá escribiendo en cuadernillos sus ideas. Ella sobre los jardines infantiles y él sobre la sociología y la educación.
-¿Cómo es tu proceso escritural? ¿Y qué significa hacerlo en Iquique hoy?
- Le doy vuelta en la cabeza mucho rato a una idea, una imagen. Después me imagino un poema, un relato. Y de repente sale algo. Quizás muy distinto a lo que será en el final, quizás similar. Necesito tener en la testa muy claro lo que voy a escribir. Sin embargo, para mí siempre será indescifrable lo que sucede entre que aparece un motivo y lo que termina en el papel, o el PC en mi caso. Y por cierto las razones que hacen que aquello (la idea) termine escrito son más misteriosas aún. Este es un oficio misterioso, y lo digo sin ninguna metafísica. Para mí, siempre hay gato encerrado en quien hace literatura, algo que nunca sabrá nadie, ni el autor mismo, con certeza. Escribir en Iquique es, ante todo, un acto para no aburrirme conmigo mismo, y con los demás, por cierto.
- ¿Para quién escribes?
Para mis amigos y para todos los que creo pueden disfrutar con lo que escribo.
-¿Qué autores o artistas marcan ese proceso?
- Jorge Teillier, Enrique Lihn, Joaquín Giannuzzi, Roberto Bolaño, Francis Scott Fitzgerald, Raymond Carver, Gonzalo Millán, Hernán Miranda Casanova, Nicanor Parra, Bernard Malamud, Charles Bukowsky y muchos más, tanto narradores como poetas. Le tengo fe a los acompañamientos cuando uno crea. Me imagino que te hacen más fácil la tarea, o de repente sólo es inseguridad de mi parte. Nombrar a todos es latero, para uno y los demás.
-¿Cuáles son tus diez libros favoritos?
- Rojo y negro, Moby Dick, El gran Gatsby, Para un pueblo fantasma, Residencia en la tierra, Poemas y antipoemas, Arte de vaticinar, Violín obligado, Relación personal e Hijo de ladrón. Agrego de contrabando los Epigramas de Marcial, Paris era una fiesta y Daisy Miller de Henry James, éste último un autor que leo y releo con asiduidad, No sé por qué me gusta tanto. No están en ningún orden, sólo los coloqué tal cual me acordé. Por cierto que la pregunta exige una síntesis abusiva. Hay demasiados textos y autores que se me quedan. Uno tiene un carrusel de textos en la cabeza. Adoro muchos libros y autores. Me imagino que aquellos maestros que olvidé me lo recriminarán en sueños.
- ¿Cómo ves la poesía actual chilena? ¿Y dentro de ella a tu promoción?
- Actualmente la poesía chilena es como el bar que aparece en la Guerra de las galaxias, la primera de todas, la que vimos todos hace ya varios años. Variada hasta el hartazgo (pero en realidad no estoy tan claro que sea así), con creaturas feas, otras atractivas, algunas criminales. Creo que todo ello ha conspirado con la calidad. Creo, sólo creo. Respecto de mi promoción (tengo 31 años) sólo puedo decir, en términos muy personales, que algunos son notables y otros no tanto. Y otros francamente malos. Es difícil dar una impresión sobre qué lugar ocupa esta promoción dentro del panorama general de la poesía chilena. Intuyo que antes (y me refiero de los noventa hacia atrás), había menos afán de figurar, más silencio, menos parafernalia; más lecturas también, oficio y disciplina. Hoy por hoy hay mucho ruido. El tiempo dirá que lugar ocupamos en términos de calidad en el tremendo bar que es la poesía chilena.
-Qué significa Novela Negra para ti?
- Mi respuesta girará sobre sí misma: Novela negra significó convencerme que podía escribirla. Nada más. Antes de eso no sabía si
podía sentarme de manera seria a escribir algo que funcionara, algo coherente, estable, que se mantuviera paradito, aunque tiritando. Más allá de la calidad, porque obviamente es un libro mediocre. Tenía dudas, inseguridades y mucho, mucho tiempo perdido.
-¿Cuál es el poema o texto favorito de tu obra?
. .. .. .. .. .. .. .. Prontuario
El prontuario de 3500 versos con el que cargo
Me hace acreedor de una temporada en el retén del anonimato
Ahí me solazaré con currículos más aventajados
Con mayor experticia en el arte de abrir cerraduras
Y mayor habilidad para hacer saltar con alambres
Aquello que no pude hacer surgir ni con rimas consonantes.
- ¿Qué libros nunca has podido terminar de leer?
- Finnegan Wake y Ulises de Joyce, La Biblia y varios otros textos insufribles. De repente es pereza, pero lo cierto es que soy de los que me gusta leer hasta el final, aunque el libro no me guste. Pero esos tres en particular nunca los he terminado.
- ¿Cuál es para ti el gran libro olvidado de la poesía chilena?
- Arte de vaticinar, de Hernán Miranda Casanova. Fue el primer libro que estuvo a la altura de aquellos que sentían por Parra una gran admiración, el que inició toda una tendencia, y marcó una pauta para muchos poetas posteriores que deseaban desmarcarse de Neruda y aún no lo habían hecho, a pesar de la antipoesía. Como que Miranda bajó a Parra del olimpo.
- ¿Cuál fue el último libro de poesía chilena que leíste?
- Blácbuc de Juan Pablo Pereira. Es tremendo, notable. Tiene unos poemas de amor brutalmente buenos. Es correcto, arriesgado, sensual. Muy bueno. Ya no se ven cosas así a cada rato. Hay mucho relincho.
- ¿Qué libro estás leyendo ahora?
- “Domadores de historias. Conversaciones con grandes cronistas de América Latina”. Muy bueno.
- ¿Quién te gustaría que recibiera el Premio Nacional de Literatura?
- Hernán Miranda Casanova, Diego Maquieira o Tomas Harris.
- ¿Qué palabras le dirías a alguien que está comenzando en esto de la poesía, alguien que ha decidido ser poeta?
- Que se tire a la piscina, pero que le ponga bueno a las lecturas, al ejercicio, y que comparta lo suyo con los pares, para verse en los otros, y sepa medirse sin engaños ni fraudes, y así saber cuánto calza. Pero que lea.
- ¿Qué cosa últimamente te quita el sueño?
- Una irritación axilar que no se me sale hace un mes.
- ¿Qué te escandaliza?
- La mezquindad.
- Y por último ¿A qué le tienes miedo?
- A que me dejen de querer y a la muerte
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